Relato de nuestra voluntaria María Fé de Foronda.
He tenido la oportunidad de participar en una experiencia genial como voluntaria de Aviación sin Fronteras
Tenía que recoger a Amy en el aeropuerto, T2 y acompañarla hasta Sevilla T4, embarque y salida.
Era fácil y rápido, recogida de la peque a las 17 vuelo a las 18:30 entrega en Sevilla a las 19:30 y regreso a Madrid a las 20 h.
Pero el destino tenía otros planes, perdimos el vuelo de enlace, ahora nos íbamos a las 22 h, sin comida, sin ropa de cambio sin juguetes, sin pañales…
La opción de quedarse en Madrid suponía un trastorno.
Durante esas horas de aeropuerto trabajadores de un restaurante y un grupo de pasajeros anónimos se acercaron a Amy y además de ocuparse de sus necesidades regalándole ropa y juguetes, compartieron con ella un montón de sonrisas de ternura y de delicadeza.
Aunque todos éramos desconocidos, estos pasajeros de La Coruña se ocuparon de que esa espera fuera mucho más acogedora y la pequeña Amy fue capaz de compartir con nosotros un montón de sonrisas, besos y mimos.
Desde aquí mi agradecimiento a todos los pasajeros gallegos que compartieron conmigo ese momento tan importante y único y que entregaron a Amy todo ese cariño que queda grabado para siempre en todos …